No hay noche como la madrileña. Terrazas pijas, bares cutres, "skinheads" grafómanos, modelos morenazas, canutos enormes, copazos de DYC; de noche, Madrid lo acapara todo. Y por la mañana, no hay por qué parar.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados