El siguiente trabajo es una propuesta de herramientas conceptuales que determinan el entendimiento del término «sinfónico». Ante la evidente ausencia de definición para dicho adjetivo calificativo, se plantea no basarse en una definición con términos absolutos sino, en cambio, emplear el concepto para comparar música en función de características como el número de ejecutantes por parte, el número de partes de una partitura, el desarrollo compositivo, el volumen espacial requerido para la interpretación y la fluctuación de la masa sonora. Para ello se promueve servirse de herramientas como la lógica difusa o las redes neuronales con el objetivo de eliminar prejuicios en la determinación de aquello que efectivamente es sinfónico. Se razona que «ser sinfónico» es una propiedad musical gradual, por lo que la comprensión de los elementos comunes a distintos elementos sinfónicos se esclarece cuando tal concepto se usa comparativamente.
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