Yemen, al Sur de Arabia Saudí, es un país abierto al viajero hace tan sólo tres décadas. Hoy, el turismo, la agricultura y el petróleo son sus principales riquezas. Pero, para el visitante, por encima de ello está su arquitectura: medieval, única, embolvente. Y sus habitantes. Ellos, con la tradicional "jambia" al cinto, son amables, solícitos, simpáticos. Ellas, una incógnita, encerradas tras el "chador" y la parte opresiva del islam. Si Balquis, la legendaria reina de Saba, levantara la cabeza, encabezaría el movimiento feminista yemení.
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