Extremadura es una región que pierde población joven de forma ya constante y “plantea retos de gran envergadura”. Esta es una de las conclusiones a las que se llega en el libro "Extremadura. Un futuro sin jóvenes sin futuro" Los autores de esta obra advierten que la juventud extremeña presenta unas características que podrían ser catalogadas de riesgo para el desarrollo de un proyecto personal y profesional de vida. Podría pensarse que esta situación es común a toda la juventud española. Pero, si bien en el conjunto de España las condiciones socioeconómicas de las personas jóvenes resultan adversas, en Extremadura las tasas de paro, los indicadores sobre la precariedad y, en definitiva, las dificultades para la emancipación, ofrecen datos muy alejados de la media estatal.
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