Podría ser a Felipe González lo que a Jacques Séguela es a François Mitterrand, pero rechaza de plano semejante comparación. No cree ni en el manejo de la imagen ni en una decisiva influencia de la publicidad sobre el electorado. Pese a todo ha sido uno de los profesionales que más ha trabajado en campañas políticas: siempre en las del PSOE, partido del que es militante. Gabriel Giménez tocó muchas teclas antes de conocer la publicidad. Pasó de la Medicina al Derecho, después se hizo actor y director de teatro aficionado y terminó su época de bohemia como vendedor de libros para el Círculo de Lectores. Se convirtió más tarde en un eficaz ejecutivo en Clarín y lo siguió siendo durante más de catorce años, con una constancia que nadie hubiera imaginado en él. Cambió su posición en el terreno de juego en 1984, cuando abrió agencia propia. El Viso, y se asignó la tarea de director creativo. Su figura, no obstante, es más conocida por haber sido el artífice de muchas de las campañas del PSOE.
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