Héctor Estrada Medina, Víctor Cobos Gasca, José Luis Acosta Rodríguez, Sergio Peña Fierro, Mariela Castilla Martínez, Claudia Castillo Carrillo, Santiago Franco Brito, Diana López Castillo, Mariana López Díaz, Wendy Luna Flores, Andrés Maldonado Repetto, Oscar Álvarez Rivera, José Luis Cámara Romero, Andrés Morales Guadarrama, Ana María Moreno Arjona, Biiniza Pérez Niño, Pamela Rodríguez Lara, Rosa Linda Zapata Luna
La sequía es uno de los fenómenos naturales más difíciles de estudiar debido a que no se cuenta con una definición lo suficientemente clara ni con los recursos técnicos para poder predecirla. Es un problema que, en el mundo, se ha incrementado en las últimas décadas como consecuencia del cambio climático. En México, la sequía afecta a más personas que cualquier otra contingencia natural, por lo que se requiere estudiarla para poder prevenir y mitigar sus efectos. En la península de Yucatán (PY), zona privilegiada por tener un vasto manto acuífero, la sequía no se presenta de manera tan catastrófica como en otros estados de la república. La sequía produce pérdidas y bajo rendimiento de cultivos, cabezas de ganado y colmenas, disminución de la calidad de los productos, así como incremento en los costos de producción, lo que produce reducción en el ingreso de los productores. A nivel de los organismos operadores no se registra baja en la disponibilidad de agua durante la época de sequía y sólo se reporta su disminución para consumo humano en algunas localidades en donde el acuífero se encuentra muy profundo o la calidad natural del agua no es adecuada para consumo humano. Sin embargo, al depender la PY casi en su totalidad del acuífero para el abasto del agua, su disponibilidad podría disminuir súbitamente por problemas en la infraestructura del sistema operador o de contaminación (importante por la permeabilidad del sustrato geológico y porque no existen sistemas de drenaje y potabilización de agua suficientes).
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