Durante el desarrollo de una región acuífera pueden existir cuatro grados de sobreexplo- tación; el primero o benéfico, cuando la recarga aumenta con la explotación; el segundo o necesario, cuando no se modifican las características físicas del acuífero; el tercero o dañino, al reducir Ia permeabilidad y porosidad; y el cuarto o destructivo, cuando hay efectos irreversibles en la estructura del acuífero. La distribución de la extracción, su reducción controlada y la recarga artificial son algunas de las soluciones que se deben implantar para reducir o evitar estos efectos irreversibles
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