Se lleva a cabo un intento de integración de toda la realidad, externa e interna, considerando sus formas de expresión más elevadas y las más empobrecidas. Yendo desde las llamadas experiencias cumbre a las caóticas experiencias abismales, el tiempo, sea en su forma linear, cíclica e intemporal, se describe dentro de una perspectiva adual, o no-dualista, a través de un modelo espiral y campo unificado. El estudio en profundidad de las mayores crisis y conflictos humanos, personales y sociales, contribuye a crear una teoría general integral, tal vez quintaesencial, tanto de la creatividad como de la destructividad humanas. Se unifica así el destinocon la fatalidad y el libre albedrío con la vocación. Algunos de los ejemplos históricos y literarios más sobresalientes son utilizados aquí a modo de “ratones de experimentación” de un laboratorio psicológico del espíritu humano. Asimismo, ciertos dinámicas destructivas y drásticos comportamientos emocionales negativos permiten alcanzar un mejor entendimiento de la naturaleza del mal con la doble intención de prevenirlo y curarlo. Ya que las experiencias cumbre tienen en común las suficientes características para poderlas considerar "a todas como una", lo opuesto, las experiencias caóticas o abismales, también pueden hacer que en su raíz adual/taoísta los más profundos conflictos y crisis, desde psíquicos a espirituales y hasta sociopolíticos, sean todos “uno”.
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