Pocas ciudades han tenido la oportunidad de repensarse a sí mismas y generar un proyecto de reconstrucción que, aprendiendo de los errores del modelo de ciudad anterior, mirara al futuro desde una perspectiva contemporánea. Valparaíso ha sido una de ellas. A finales del siglo XIX el conjunto urbano se encontraba dividido en dos: por un lado las construcciones nobles de la ciudad del plan (parte plana) y por otro los tugurios de los cerros y acantilados. El terremoto que la asoló el 16 de agosto de 1906 le dio la posibilidad de establecer un nuevo urbanismo y una nueva ciudad. Este sentir positivo de oportunidad tras las devastadoras consecuencias telúricas se dejará ver en los diferentes proyectos de reconstrucción. El ser una ciudad puerto le confería un carácter cosmopolita, que acabará plasmado en las diferentes soluciones urbanas. El hecho de que no prosperaran estas ideas urbanas será una de las causas de la permanencia hoy en día de esta fractura urbana.
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