La escalera dorada de la Catedral de Burgos, una de las joyas del Renacimiento, ha recuperado su esplendor tras unas obras de restauración iniciadas el pasado año. Gracias a unas innovadoras técnicas se ha podido salvar esta obra de arte deteriorada por la humedad y por el paso del tiempo: fue diseñado por Diego Siloé en 1520. Ahora se puede contemplar con detalle las policromías, las esculturas y los elementos metálicos.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados