Ana Mendirichaga, Jorge Vergara Pardo
La incidencia de las neoplasias oculares es muy baja pero, dada su delicada localización, es necesario que el diagnóstico y el tratamiento sean precoces.
El tiempo puede ser crucial para salvar la visión, el ojo, e incluso al propio paciente en los casos de tumores muy invasivos o metastáticos.
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