Cuba
Cada estudiante al iniciar un ciclo académico llega con un conjunto de conocimientos y saberes que se basan en sus experiencias vividas, según el ambiente sociocultural y familiar en que vive, y las condicionados por sus características personales. Dichas experiencias constituyen el valor básico de cualquier aprendizaje, por lo cual se debe tener en cuenta la diversidad de los procesos de aprendizaje, y, por consiguiente, que los procesos de enseñanza, y especialmente los evaluativos, lo tomen como el eje vertebrador de sus prácticas educativas. En este marco, la evaluación ya no puede ser estática, sino que se convierte en un proceso y constituye su primera fase la evaluación inicial. Este tipo de evaluación tiene una función diagnóstica o exploratoria y sirve para valorar las características que los estudiantes traen al proceso de enseñanza, es decir, los conocimientos previos, los que se relacionan de manera directa con el aprendizaje, las habilidades y las competencias, los intereses, las motivaciones y la disposición para el estudio de los contenidos en cuestión. La metodología utilizada en el proceso de investigación constituyó una integración de los métodos teóricos, empíricos y matemáticos estadísticos. En tal sentido se diseñó un instrumento para la evaluación inicial de la asignatura Aprender a aprender en aras de diagnosticar los hábitos de estudio, las estrategias de estudio, los estilos de aprendizaje y las preferencias estilísticas. Estos instrumentos permitieron identificar en qué áreas se debe trabajar con más intensidad durante la asignatura.
Each student at the beginning of an academic cycle arrives with a set of knowledge and knowledge, which are based on lived experiences, according to the socio-cultural and family environment in which they live, and conditioned by their personal characteristics. These experiences constitute the basic value of any learning, so the diversity of the learning processes must be taken into account, and therefore, that the teaching processes, and especially the evaluative ones, take it as the backbone of their educational practices. In this framework, the evaluation can no longer be static, but it becomes a process and the initial evaluation constitutes its first phase. This type of evaluation has a diagnostic or exploratory function and serves precisely to assess the characteristics that students bring to the teaching process, that is, prior knowledge that directly relates to learning, skills and competencies, interests, motivations and willingness to the study of the contents in question. The methodology used in the research process constituted an integration of theoretical, empirical and mathematical statistical methods. In this sense, an instrument was designed for the initial evaluation of the subject Learn to Learn in order to diagnose study habits, study strategies, learning styles and stylistic preferences. These instruments allowed to identify in which areas one should work with more intensity during the subject
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