Resumen de Esperando la oportunidad: La industria del medicamento cuya inversión publicitaria resulta imposible determinar, parece encerrar grandes oportunidades para agencias especializadas y para multinacionales
Atrás quedaron aquellas pequeñas boticas con sus amplias reboticas, a medio camino entre el laboratorio y el almacén, en la trasera. Las farmacias de hoy se asemejan en mucho a los supermercados. Los medicamentos, con sus llamativos envases, se encuentran, en su mayoría, a la vista del público, y los displays pueblan el local. Responsables, en parte, de este cambio son los laboratorios, empresas que han tenido que adoptar las nuevas técnicas de comercialización y venta, y asumir su papel de anunciante en una doble vertiente: ante el consumidor y ante el colectivo médico. La oportunidad de negocio que abría la nueva actitud de los laboratorios impulsó en nacimiento de agencias especializadas, que hoy suman un número considerable. No obstante, los laboratorios no son, ni mucho menos, ejemplo de anunciantes modernos y arriesgados. Esto se debe, fundamentalmente, a que su actuación como anunciante se halla condicionada y limitada por su rígida legislación. Pese a todo, cabe imaginar, a tenor del interés que parece sentir la industria publicitaria por este sector, que a la industria del medicamento le espera un futuro próspero.
