La teología deja de ser tal y se convierte en mito cuando pretende erguirse en algo fijo, atemporal, ahistórieo. Cuando en vez de una vida se convierte en una doctrina o ideología. Cuando se identifica con el orden y Io recto, cuando se convierte en árbitro. Tiende a encontrar la teología mítica quien espera de ella la respuesta ideo lógica inmutable a situaciones históricas y contingentes, como si la teología consistiera en un catálogo de normas para bien actuar.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados