Objetivo: exponer la visión sobre la muerte de Martí de cuatro importantes pintores cubanos del siglo veinte.
Desarrollo: en la comunidad primitiva el hedor del cadáver era el método más práctico para determinar la muerte; luego fue el cese de las funciones cardiorrespiratorias. El desarrollo de la terapia intensiva exigió establecer criterios basados en formulaciones neurológicas. La pintura es una de las artes donde más aparece el tema de la muerte. En Cuba la vida más representada es la de Martí, pero también su muerte. Esteban Valderrama, Carlos Enríquez, Alicia Leal y Juan Vicente Bonachea exponen con diversos estilos su visión del “desgarramiento irrevocable” que significó la muerte de Martí para el pueblo cubano.
Conclusiones: la representación de la muerte del apóstol está condicionada por la interpretación del artista según su visión del acontecimiento. En las obras se aprecia frustración ante lo inesperado, pero a la vez sosiego por la serena trascendencia a la inmortalidad del patriota cubano
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