La inmigración masiva a la Argentina es parte de un proceso de desarrollo agropecuario, capitalista y dependiente, que tiene sus raíces en el desarrollo europeo, principalmente inglés, y en sus contradicciones internas. Migración y capitalismo, fuerza de trabajo y capitales, tienen las mismas fuentes: el continente europeo. Las contradicciones en el desarrollo capitalista: enorme desempleo en el plano poblacional y contradicciones entre la burguesía agraria y la industrial en el plano de la economía, encuentran un camino propicio en el desarrollo agroexportador de los enormes espacios abiertos de América y Oceanía. Después de batallas teóricas (por ejemplo, Ricardo vs. Malthus) y batallas políticas, la burguesía industrial inglesa triunfa sobre los terratenientes, y a partir de las Leyes de Granos de 1846 se abre la importación de productos agropecuarios. Las consecuencias no se reducen a modificaciones en la distribución local de la plusvalía; el desarrollo agrario argentino está vinculado con los resultantes a largo plazo de la supremacía industrial inglesa.Superpoblación y superproducción, fantasmas del desarrollo capitalista, pudieron ser resueltas, en base a su expansión externa, por aquellos países que primero iniciaron el proceso de industrialización.
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