Las apariciones son un fenómeno de todos los tiempos, Y muchas veces, por desgracia, son creación del hombre con vistas a fundamentar,una determinada religiosidad que asegure sus intereses. Esto ya ocurrió en el judeocristianismo en la apocaliptica. Pero apocalíptica y escatología deben distinguirse nítidamente: ambas se preocupan del futuro, pero la primera se basa en una relación mágica con Dios que pretende conocer y dominar el futuro, mientras que la segunda se funda en la palabra de Dios vivida en la oscuridad de Ia fe y en la certeza de la esperanza. He ahí algunos criterios de discernimiento para las apariciones.
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