No es fácil mantener el amor a lo largo del camino, como lo demuestran las frecuentes crisis conyugales. Y es que el mundo afectivo es mucho más complejo de lo que a veces se sospecha. Son múltiples los factores que lo condicionan y de los que vale la pena tomar conciencia para descubrir sus posibles influjos. Por otra parte, esas mismas dificultades pueden limpiar las impurezas inevitables del amor y hacerlo más profundo y auténtico. El artículo ofrece la experiencia vivida en muchas parejas, como una ayuda a la reflexión y un estímulo para superar semejantes situaciones
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