El 1 de mayo, los electores del Reino Unido deben optar entre la continuidad que representa John Major, un hombre acosado por el fardo de la herencia Thatcheriana o la frescura de Tony Blair, quien para devolver el poder a los laboristas, tras 18 años en el exilio, no ha tenido reparos en acercarse al ideario de la "Dama de hierro", abandonando el socialismo de uno de los partidos de izquierda más antiguos de Europa.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados