Tuvo que aplacar su arrogancia y hacer un "mea culpa". Pero Clinton, en su primera gira centroamericana, arrancó concesiones al admitir que son también los dólares de su país, y no sólo la corrupción de los vecinos, los que alimentan el narcotráfico. Lo que empezó como una visita de compromiso acabó como una cumbre de trabajo, con la que EE UU busca recuperar su hegemonía en la región.
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