El testigo navegante de Colón ha sido por segunda vez recogido por los amantes de la navegación. En el mes de diciembre, veinte veleros realizaron la travesía del Atlántico, en la II Regata Ruta del Descubrimiento. Monocascos y multicascos, sólo identificables a los ojos profanos por los sugerentes nombres comerciales de quienes los patrocinan, partieron de Puerto Sherry rumbo a Santo Domingo. Los nombres románticos de los viejos barcos de vela han dejado paso a una nueva nomenclatura publicitaria, sin la cual no sería posible mantener las velas al viento. Si Colón llegó al Nuevo Mundo con la única ayuda de los Reyes Católicos, patrocinadores de la primera travesía atlántica, ahora es la productora japonesa Kadokawa la que organiza este premio especial. Junto a ella, otras empresas nacionales e internacionales copatrocinan este acontecimiento.
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