Las consecuencias de la prolongada recesión económica que experimenta la economía española tienen un impacto particular sobre un mundo rural sometido a importantes desequilibrios (demográficos, económicos, territoriales, etc.). La reorganización y recentralización de los servicios públicos, la paralización de las inversiones en infraestructuras y equipamientos, la erosión de las finanzas locales, etc.) profundizan en la vulnerabilidad de unos espacios y sociedades que se enfrentan a desafíos decisivos para su futuro. En este contexto de incertidumbre, la movilidad (y de manera especial la automovilidad privada) adquiere un papel determinante. Las estrategias familiares para acceder a las oportunidades y servicios, el arraigo local o la inserción laboral en los mercados de trabajo exteriores, las nuevas formas de pobreza rural y desigualdad social, etc. aparece configuradas de manera especial por este recurso privado. Si la movilidad venía siendo reconocida como un elemento sustancial de la sostenibilidad rural en las políticas europeas, las condiciones actuales enfatizan su relevancia en relación con la calidad de vida, la competitividad e integración territorial o el desarrollo local. En este trabajo analizamos el papel trascendental que adquiere la movilidad en las áreas rurales a partir de los planteamientos y hallazgos desarrollados para el proyecto “Movilidades, diversidad social y sostenibilidad. Los retos de la agenda europea para el desarrollo rural” (CSO2012-37540) del Plan Nacional de I+D+i.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados