Durante los casi cinco siglos que España fue dueña de las Filipinas e islas del Pacífico fueron posesiones escasamente explotadas y, casi siempre, minusvaloradas por los gobiernos de Madrid y por los españoles peninsulares.
Este olvido generó la falta de inversiones tanto en su desarrollo y explotación como en su defensa. Siempre tuvo un presupuesto y una guarnición deficiente para la enorme extensión del islario español de Asia Oriental y el Pacífico. Una realidad que se evidenció con dureza durante la revuelta nativa, la insurrección tagala de 1896-1897, que antecedió a la guerra hispanonorteamericana de 1898 donde España perdió definitivamente las Filipinas a manos de los Estados Unidos.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados