La fundación del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición en Nueva España demandó la creación de una red de comisarías diocesanas para procurar la articulación del distrito inquisitorial. Estas comisarías constituían piezas fundamentales para su funcionamiento ya que en estas jurisdicciones el tribunal podía establecer su impronta sobre social e ideológica sancionada por la institución. Las rupturas de este orden propiciarían la generación de causas y procesos, que se alimentarían desde este ámbito, controlando y limitando la difusión de las transgresiones y desviaciones de la sociedad. Con esta intención, los comisarios tenían la responsabilidad de realizar la lectura de los edictos de fe, recibir las denuncias de los delitos correspondientes y, con este mismo objetivo, efectuar las visitas de distrito en aquellas poblaciones no indias que se encontraran en su jurisdicción, evitando de esta manera restringir su actividad a la capital diocesana.No obstante, las enormes dimensiones de los distritos inquisitoriales a menudo objetaron esta última responsabilidad porque distancias, las condiciones de los caminos y la deficiencia de los transportes, salvo excepciones, dejaron sin ninguna clase de vigilancia a muchas poblaciones. De ahí, que las comisarías diocesanas fracasaran en su intento de establecerse como espacios de control efectivo y, en consecuencia, fue necesario la creación de comisarías dependientes en pueblos, villas, puertos y otras ciudades españolas. Ante la dificultad por establecer comisarías en todas las poblaciones fue necesario el nombramiento de los llamados familiares, como una estrategia para lograr una completa articulación del tribunal con restantes poblaciones españolas.
The Foundation of the Tribunal of the Holy Office of the Inquisition in New Spain demanded the creation of a network of Diocesan comisarias to ensure the articulation of the inquisitorial district. These comisariaswere cornerstones for its operation since in these jurisdictions, the tribunal could establish his imprint on social and ideological sanctioned by the institution. Breaks of this order would lead to the generation of causes and processes that feed from this field, by controlling and limiting the spread of violations and deviations from the society. With this intention, the comisarios had the responsibility to make reading the edicts of faith, receive complaints of the relevant crimes and, with this same objective, make visits to district in those nonIndian populations that are you will find in its jurisdiction, thus avoiding restrict its activity to the Diocesan capital.However, the huge dimensions of the inquisitorial districts often objected to this latter responsibility because distances, the conditions of the roads and transport exceptions deficiency, left without any kind of monitoring to many populations. Hence, the creation of dependent comisarias in towns, villages, ports and other Span-ish cities that Diocesan comisarias failed in their attempt to establish himself as spaces for effective control and, consequently, was necessary. Given the difficulty to establish comisarias in all populations necessitated the appointment of the socalled familiares, as a strategy to achieve a full articulation of the tribunal with other Spanish towns.
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