Resumen de El poder de la ciencia, la ciencia del poder. Intereses sociales, prácticas científicas y discursos de (des)enmascaramiento
Es sabido que continúa aún abierta la controversia general sobre la posible viabilidad humana y ambiental de los organismos modificados genéticamente (OMG). El modelo interpretativo cognitivo, sin duda hoy en día dominante, afirma que si esta discusión todavía no se ha clausurado ello se debería sobre todo a ciertas carencias racionales y empíricas. Según esta concepción, pues, los científicos y técnicos expertos más solventes aquí implicados sí pueden ser realmente formales y objetivos. Estos colectivos de especialistas, más tarde o más temprano, conseguirían así descubrir y representar de una manera fiel y directa una realidad preexistente, en este caso el conjunto de riesgos, ambivalencias e incertidumbres asociados a dichos productos, que de algún modo aguarda a ser desvelada y verificada. Ahora bien, un punto de vista muy diferente al del modelo cognitivo es el que nos ofrece la opción interpretativa materialista. Según este otro modelo analítico, si aún no se ha asistido al cierre de esta polémica ello no se debería en especial a la existencia de ciertas carencias racionales y empíricas. La ausencia de tal consenso en las comunidades científicas involucradas se debería, más bien, a que se está en presencia de un muy sólido conflicto entre intereses sociales contrapuestos. Este trabajo, tomando en cuenta tales consideraciones, persigue contribuir a esclarecer las relaciones genéricas entre el saber y el poder y, más en concreto, entre el conocimiento científico y ciertas expresiones del poder social, político y económico. Se analiza en profundidad, por ello, la tipología de los intereses, instrumentales e ideológicos, que pudieran estar conectados de un modo no accidental sino constitutivo al ámbito específico de la nueva ingeniería genética. La teoría social contemporánea y, muy en particular, las nuevas sociologías del conocimiento nos permitirán, en última instancia, constatar el tenso doble plano analítico, tanto el subjetivo y agencial como el objetivo y estructural, desde donde deben examinarse los intereses profesionales, comunitarios y socioculturales en juego presentes en el gran debate sobre el conocimiento, la evaluación y la administración de los OMG.
