Utrera llegó a ser una importante agrovilla del Antiguo Reino de Sevilla en el siglo XVI, gracias a la Carrera de Indias. Ese estatus hizo que floreciera en muchos aspectos, entre otros, en el de la Semana Santa, de manera que tuvo grandes hermandades, con sus constituciones primigenias que aún se conservan y permiten reconstruir cómo se celebraban los días pasionistas en el Quinientos. En dichas Reglas se observan que eran realizadas ciertas ceremonias paralitúrgicas y, además, que se llevaba a cabo el Sermón del Mandato, en el caso de las de Jesús Nazareno de 1586. Con el tiempo, este último se convirtió en Sermón de Pasión y hay noticias de que aún se practicaba en el siglo XIX, e, incluso, en la segunda mitad de esta centuria, también se realizaba el “Encuentro” a “Agachaditas” entre Jesús Nazareno y su Madre, como se puede ver en instantáneas de esta época, gracias a la gran pléyade de fotógrafos locales que nos dejaron un inmenso legado de imágenes en blanco y negro. Dejó de practicarse este ritual en 1911 por diversos motivos, y comenzó uno nuevo en el último tercio del siglo XX, muy popular, conocido por las “Tres caídas”, que también fue eliminado en el año 2013.
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