Este trabajo trata del cambio de personalidad total que experimentó, a partir del año 1911, la Hermandad de la Amargura de Sevilla. El motivo de escribir sobre ella en esta publicación viene justificado por el hecho de que sus titulares representan iconográficamente el pasaje recogido en las Actas de Pilato del camino hacia el Encuentro en la Vía Dolorosa entre María y el Redentor. La Hermandad de la Amargura ha venido siendo durante buena parte del siglo XX, y lo es a día de hoy, un paradigma en la Semana Santa sevillana como ejemplo de corrección y de buen gusto. En este trabajo vamos a ver algo que se ha ido repitiendo años y décadas después en otras cofradías de la Ciudad y es la reformulación de la personalidad y el carácter de muchas de ellas, siendo la de la Amargura la primera de la que tenemos constancia y en una línea evolutiva que desde entonces ha sido siempre la misma, y que va desde lo popular al refinamiento y cuyo resultado es una imagen y una expresión diferente, en definitiva, la capacidad de reinventarse que tiene la Semana Santa en Sevilla.
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