Resumen de Buscando buenos problemas que sumen recursos inteligentes a la creatividad
El ordenador es una versátil herramienta: admite la inclusiva contribución de resolutores de diversas potencialidades y estilos; favorece el desarrollo creativo sin escisión de lo sistemático (pueden delegársele, vía procedimientos específicos, quehaceres pedestres y repetitivos) y permite gestionar la interacción múltiple. Si a nivel educativo, con herramientas básicas como lectoescritura y cálculo (con siglos de tradición escolar y social), aún enfrentamos las dificultades de la tarea grupal, de asumir la divergencia de ideas en sinérgica confluencia de aportes, cuanto más empleando el ordenador en torno a problemas interdisciplinarios.
Para evitar saldar una cuestión tan compleja, reduciéndola (a frase hechas como la clásica: “el ordenador es una mera herramienta, no un fin en sí mismo”), vamos a estudiarla desde distintos puntos de vista, al compartir (de modo vivencial en el Taller y analítico a lo largo de la Conferencia), una serie de desafíos, de los que tenemos amplia experiencia en instancias de capacitación docente. Motivadores del despliegue de talentos diversos, dan pie a indagar:
- conocimientos vinculados que aparecen, “(re)descubiertos”, “actualizados” o rescatados funcionalmente, durante la interpretación, representación y resolución.
- revisión del intercambio y análisis de lo pluralmente producido.
En la distinción de estrategias / contenidos, (meta)-matemáticos y metacognitivos emergentes, consideraremos:
- quién o quiénes pueden guiar y acompañar en cada etapa (maestro/a y/o profesor/a, coordinador/a, pares) a los niños y/o jóvenes resolutores - posiciones y modos de intervención más eficaz para incluir resolutores, facilitando el despliegue de cada excepcionalidad en mutuo enriquecimiento.
La resolución es el eje vertebrador en torno a problemas que apunten a desarrollar la autonomía en la tarea para respaldar la colaboración grupal, el pensamiento procesual (heurístico y algorítmico), creativo y concurrentemente sistemático (por formalización del ensayo como método, por ejemplo) y la reflexión que, al respecto, involucre a los docentes y permita perfilar su actuación en tales situaciones para, en replanteo crítico del rol, configurar el tipo de preparación consecuente.
