Leishmania infantum no es exclusiva del perro, ya que, aunque con menor frecuencia, afecta también a los felinos. En zonas endémicas puede haber gatos infectados, pero solo una parte muy pequeña de estos animales, con el sistema inmune deprimido, manifiesta la enfermedad. En este artículo revisaremos los principales signos clínicos y el protocolo diagnóstico.
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