Admiramos en las grandes edificaciones clásicas sus monumentales elementos arquitectónicos ; entre ellos algunos de los más llamativos para profanos y especialistas son las basas, fustes y capiteles. Pocas veces nos cuestionamos cuáles fueron los procesos que hicieron que, desde un frente de cantera, la piedra llegara a formar parte de templos, basílicas, pórticos. A continuación se presentan algunos datos sobre la fabricación, transporte y ensamblaje de elementos arquitectónicos en época romana, recurriendo para ello a algunos ejemplos italicenses. No es fácil encontrar homogeneidad: según los lugares, la calidad y posibilidades de la piedra, o el período cronológico, se optará por unas u otras técnicas. La información la aportan, por un lado, las canteras y los elementos inacabados abandonados, por otro, las propias piezas ya finalizadas que, lejos hoy de su lugar original de ubicación, muestran esas marcas y huellas que, en su momento, quedaban ocultas a los ojos del observador
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