La colina de La Garma alberga una compleja red de galerías excavadas en calizas del Cretácico inferior que se estructura en, al menos, siete niveles prácticamente horizontales. El nivel basal es recorrido por una corriente subterránea que desagua en el río Pontones, tributario del Miera, a través de una surgencia que recibe el significativo nombre de Fuente en Cueva. El único acceso practicable en la actualidad a los sectores interiores del sistema es la galería conocida como La Garma A, relicto de lo que fue durante miles de años un gran abrigo abierto en la abrupta ladera meridional del monte. Desde el fondo de esta pequeña cavidad, abierta a 80 m sobre el nivel del mar, se llega, tras descender un salto de 7 m, a la galería intermedia. Recorriendo esta a lo largo de unos 70 m y bajando una nueva sima de 13 m de altura, se cae aproximadamente en el punto medio del recorrido de la galería inferior. Pero el sector más relevante del conjunto es, sin duda, la galería inferior, una verdadera “cápsula del tiempo” prehistórica donde se ofrecen a la vista los restos de un campamento de cazadores que vivió allí hace unos 16 700 años. Está constituido por extensos suelos de ocupación del periodo magdaleniense medio en un estado de conservación excepcional, que se debe al sellado de la cavidad en momentos inmediatos a los de las últimas ocupaciones humanas. El complejo incluye además un magnífico conjunto de arte parietal. Se incluye una doble página con planos y fotografías de la galería inferior de La Garma y algunos de sus espectaculares hallazgos.
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