Atrevidas botellas de vidrio cogen carrerilla y se tiran al vacío. Seguras de sus encantos, tres latas coquetuelas afirman que ellas son las que mejor se llevan con los espárragos, el bonito y la salsa de tomate. Chicas minifalderas bailan al son de Elvis Presley mientras enseñan el envase más pequeñuelo de Tetra-Brik. Botella, latas y cartones forman el trío de envases con más marcha publicitaria. Este año sólo ellos se decidirán a desfilar por la pasarela de las nuevas campañas, dispuestos a sacar provecho de un mercado que goza de muy buena salud. Tan buena como para permitirse el lujo de crecer un 25 por 100 de aquí al consabido 1992.
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