Resumen de Calidad del embalse y tratamiento en la ETAP: modelos de regresión y escenarios de gestión
Laura Cáceres Jiménez, Joseba Iñaki Urrutia González, Eduardo Arozamena Ramos, Rafael Marcé
La ETAP de Valmayor capta el agua del embalse del mismo nombre antes de incorporarla a la red de abastecimiento. Los cambios en la calidad de los aportes debido al aumento de las presiones antrópicas en la cuenca afectan a la condición trófica del embalse, lo que implica un incremento en la vigilancia de la calidad del mismo. Esto también afecta al tratamiento en la ETAP, con objeto de garantizar las condiciones establecidas en el Real Decreto 140/2003 sobre aguas de consumo. Por tanto, la necesidad de minimizar el uso de reactivos y evitar la aparición de subproductos han animado a los gestores del abastecimiento a estudiar la relación existente entre el tratamiento y el agua bruta que llega a la planta, con objeto de valorar posibles medidas de gestión en el embalse y la captación para optimizar el consumo de reactivos en la ETAP. Para la realización del estudio se recopilaron datos sobre consumo de cloro, ozono y sulfato de alúmina en la ETAP y diversos parámetros físico-químicos en el agua bruta de entrada a planta y en el embalse a diferentes profundidades. Los parámetros de la ETAP y el agua de entrada a planta se relacionaron mediante una serie de modelos de regresión lineal múltiple “stepwise” (SPSS Statistics 23®), que permiten elegir el modelo que explica un mayor porcentaje de variación con el menor número de variables posible. Una vez establecidos los modelos, se creó una herramienta con código en MatLab® para automatizar el cálculo de las dosis de reactivos en función de los parámetros del embalse a diferentes profundidades, así como para determinar cuál de las tres tomas de captación disponibles era la más adecuada respecto al coste unitario de reactivos. Además, se incluyó una nueva variable, “coste del tratamiento” (€/1000m3), calculada a partir del coste de cada reactivo (€/kg) y la dosis realmente empleada (mg/L), que integraba los tres reactivos considerados en base a su coste. Los resultados muestran que esta variable “precio” se ajusta mejor a las observaciones que los análisis de compuestos por separado y optimiza el conjunto de los tres reactivos, por lo que ofrece la mejor alternativa de decisión sobre la profundidad de extracción. Además, la utilización de la toma selectiva propuesta por este modelo podría reflejar un ahorro significativo respecto a los costes de tratamiento. En conclusión, el empleo de los modelos matemáticos aquí mencionados se considera una alternativa ventajosa con vistas a tomar medidas correctoras que mejoren la calidad del embalse y, por ende, de la captación, facilitando los procesos de tratamiento y reduciendo los subproductos que pudieran formarse.
