El ingeniero Luis Justo y Villanueva: su relación con Tarragona

• González Reglero, Juan José ^[1] ; Pernaute Monreal, Carlos ^[1]
  1. [1] Canal de Isabel II
• Localización: XXXIV Jornadas Técnicas de AEAS, 2017, págs. 877-888
• Idioma: español
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• Resumen

  • El ingeniero industrial Luis Justo y Villanueva (Madrid 1834 – Madrid 1880) fue el primero al que se podría considerar promotor del estudio y la práctica del aprovechamiento de las aguas residuales en España así como del compostaje de los desechos producidos por las mismas para su utilización en la fabricación de abonos. La mayor parte de su vida profesional se desarrolló en Cataluña en donde fue profesor de la cátedra de ingeniería química de la escuela de ingenieros industriales de Barcelona. También puso en funcionamiento el laboratorio químico -para el servicio de agricultura del Instituto Agrícola Catalán de San Isidro-, en el que se realizarían los primeros análisis sistemáticos de aguas. Fue significativa su relación con la provincia de Tarragona en la que tuvo especial relevancia la edición, en 1865, de los apuntes explicados el año anterior en la subdelegación del Instituto agrícola de Tarragona, de sus Lecciones de química aplicadas a la agricultura, en la que se sentaban las bases del enriquecimiento de la tierra mediante la incorporación de abonos, entre ellos los que provenían de los desechos humanos. Las investigaciones en este campo quedarían plasmadas en 1869 con la publicación del estudio “De los abonos para las tierras”, en uno de cuyos apartados desarrollaba la fabricación de éstos a partir de los detritus humanos. También intervino en el establecimiento en España de la fábrica “La Agricultora Catalana” que será la primera dedicada a la fabricación de abonos completos en España., aplicándose las técnicas del compostaje. A partir de los años 70 se intensificó su relación con Madrid, en donde fue contratado por el Ayuntamiento, y se dedicó a elaborar y redactar sus tres memorias sobre el aprovechamiento de las aguas residuales, editadas en 1874, 76 y 77, que se pueden considerar los primeros documentos técnicos que trataron el tema. Además tuvo que profundizar en el análisis químico de las aguas residuales para lo cual estableció el laboratorio municipal, en 1878, así como intentó poner en funcionamiento la correspondiente instalación que verificase experimentalmente los datos obtenidos de sus investigaciones, en cuya tarea le sorprendió la enfermedad que causó su fallecimiento a comienzos de 1880. El propósito de este estudio ha sido sacar a la luz los trabajos de este adelantado ingeniero industrial. Para su realización ha sido de gran ayuda la consulta de la prensa digitalizada de la época a través de los archivos de la hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional y de la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica del Ministerio de Educación Cultura y Deporte. También se ha consultado “in situ” el Archivo Histórico del Ayuntamiento de Madrid. Finalmente se han estudiado con especial atención la bibliografía y los ejemplares de las memorias editadas de sus trabajos existentes en la Biblioteca del Canal de Isabel II.