Las investiduras no presenciales: Comentario a la Sentencia del Tribunal Constitucional 19/2019, de 12 de febrero. Impugnación de disposiciones autonómicas núm. 492-2018. (BOE núm. 67, de 19 de marzo de 2019)

• Autores: Paloma Martínez Santa María
• Localización: Revista de las Cortes Generales, ISSN-e 2659-9678, ISSN 0213-0130, Nº 107, 2019, págs. 561-573
• Idioma: español
• Títulos paralelos:
  • Non-face investitures: Commentary on the constitutional court’s judgment 19/2019, of february 12. Challenge procedure for self-governing communities’ provisions and resolutions num. 492- 2018. (boe num. 67, of march 19, 2019)
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• Resumen
  • español

    Resume esta sentencia las notas de la investidura parlamentaria, como acto personalísimo y presencial. Es presencial, porque el candidato solo puede actuar por sí mismo, no mediante terceros; es personalísimo, porque el debate parlamentario solo puede producirse en la sede del Parlamento. Solo cuando los actores comparten el mismo escenario, surge la comunicación entre ellos, el debate, compartiéndose gestos y expresiones. La simple imagen de la persona que habla a muchos kilómetros de distancia, no genera debate, solo simple transmisión del mensaje. Tal es la peculiaridad del debate parlamentario, que requiere el contacto humano, de momento insustituible.

    El Tribunal enfatiza así la importancia del proceso comunicativo que se debe dar en la investidura. Un debate, sin candidato presente, rompe la estructura de la comunicación parlamentaria, que siempre ha de tener como base la idea de que los participantes están reunidos en un mismo lugar, o si se prefiere decir de otro modo, lo importante ahora es el acto como experiencia: la experiencia de estar juntos en el mismo tiempo y lugar.

  • English

    This judgment summarizes the notes of the parliamentary investiture, as a very personal and face-to-face act. It is personal, because the candidate can only act for himself, not through third parties; it is face-to-face, because the parliamentary debate can only take place at the seat of Parliament. Only when the actors share the same scenario, does arise the communication between them, the debate, sharing gestures and expressions. The simple image of the person who speaks many kilometers away does not generate debate, just simple transmission of the message. Such is the peculiarity of the parliamentary debate, which requires human contact, irreplaceable at the moment.

    The Court thus emphasizes the importance of the communicative process that must be given in the investiture. A debate, without a candidate present, breaks the structure of parliamentary communication, which must always be based on the idea that the participants are gathered in the same place, or if it is preferred to say otherwise, the important thing now is the act as experience: the experience of being together in the same time and place.