Ramsés, el gran faraón de la XIX dinastía tuvo más de cien hijos, y, entre todos ellos, al que más amaba era a Setna Khaemwese, el sumo sacerdote de Ptah en Menfis. Según cuentan las antiguas tradiciones, el joven príncipe era famoso por sus conocimientos y por su interés por comprender los hechos del pasado y la naturaleza de sus dioses, por lo que siempre trató de profundizar en el estudio de la magia. Este interés fue el que le llevó a buscar el escondite del conocido como Libro de Thot, porque él sabía que en su interior podría encontrar los hechizos más poderosos y peligrosos.
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