El consumo de agua de boca de la población española se realiza básicamente de agua de grifo, suministrada a través de la red de distribución, y de agua envasada, recogida en un centro logístico. Vamos a aproximarnos a determinar la huella de carbono en cada una de las etapas del ciclo de vida del agua que bebemos, sin entrar a valorar la calidad del agua en sí misma, cada una con legislación específica: RD 140/2003 para el agua de grifo; RD 1074/2002 para el agua mineral natural y de manantial, y RD 1799/2010 para el agua preparada envasada. El objetivo del presente trabajo es calcular la Huella de Carbono (HC) de una planta de potabilización de agua (ETAP) y su posterior transporte y distribución hasta el punto de consumo, en un caso directamente a través de la red de distribución de agua hasta el grifo del consumidor, y en el otro caso pasaría a la línea de envasado en botellas para transportarlas en camiones hasta un centro logístico donde los consumidores las recogieran para llevarlas finalmente a sus viviendas. Para simplificar el estudio no se ha considerado la energía consumida en la fabricación de las máquinas ni edificios, que en todo caso representa menos del 1% del consumo total y por tanto despreciable para nuestro estudio. En cuanto al ciclo de vida del agua suministrada por la red de distribución hemos considerado: la potabilización; transporte; almacenamiento y distribución hasta el usuario final. Y para el ciclo de vida del agua embotellada hemos considerado: la potabilización; materias primas, producción preformas PET y transporte hasta la planta embotelladora; envasado y empaquetado de botellas; distribución a los centros logísticos y desde allí al consumidor final. Para el estudio consideramos la unidad funcional un volumen de agua consumido de 0,33 litros, puesto en nuestro domicilio. Dentro del desarrollo del estudio se presenta el cálculo de la Huella de Carbono de varias ETAPs con diferentes tamaños y tecnologías de potabilización. También figura un inventario pormenorizado de los materiales, fuentes de energía y transporte que intervienen en el proceso. Como conclusión del estudio se muestra la comparación de la Huella de Carbono y su equivalente en kWh, para un volumen de 0,33 litros consumido por el usuario final en su domicilio, donde se observa que el agua de envasada presenta valores ampliamente superiores a los del agua de grifo.
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