Los grupos de personas vulnerables son poco atendidos por las autoridades. Los programas de gobierno dedican escaso presupuesto en ellos. La mayoría de los esfuerzos encaminados a fundar una cultura institucional de integración e inclusión a la vida social de los débiles visuales surge cómo iniciativa de los propios familiares, de pequeños grupos organizados y algunas instituciones autónomas. Con el propósito de coadyuvar en el apoyo a estas personas se implementó un programa de enseñanza plástica para individuos invidentes y débiles visuales. Se encontró que con un programa de este tipo es posible que el débil visual encuentre un modo de expresión e integración al medio social.
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