La Navidad es un tiempo de celebración por excelencia; nos reunimos con nuestros seres queridos y compartimos, alrededor de la mesa, lo que somos y lo que vivimos. En un contexto cultural en que la vorágine de compras y preparativos puede absorbernos, en este artículo se proponen algunas claves para compartir con quienes queremos sin perder el sentido de lo que celebramos. El encuentro, la acogida, la comprensión, la bendición, el agradecimiento, la flexibilidad para recibir al diferente, la alegría, darán sentido a lo vivido cuando celebramos no sólo el nacimiento de Jesús, sino tantos acontecimientos en nuestro día a día.
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