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Rehabilitación de la antigua fábrica de Ca l’Alier

  • Autores: Jaume Arderiu, Tomás Morató
  • Localización: On diseño, ISSN 1695-2308, Nº. 386, 2019
  • Idioma: español
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  • Resumen
    • La intervención en la antigua fábrica de Ca l’Alier se ha llevado a cabo con el objetivo de conseguir un edificio altamente sostenible, convirtiéndola en un edificio inteligente y de cero emisiones, por lo que ha obtenido el certificado LEED Platinum.

      El 12 de febrero de 1853, Josep Lucena presentaba una instancia al Ayuntamiento de Sant Martí de Provençals, en Barcelona, solicitando permiso para la construcción de una fábrica de estampados. Entre 1875 y 1876 se construyeron las dos naves y el portal que se han restaurado. Entre 2005 y 2007 hubo varios incendios que dejaron la fábrica en situación de ruina. En 2011 el Ayuntamiento de Barcelona se hizo cargo y aprobó la conversión en un equipamiento técnico-administrativo para favorecer la innovación y la sostenibilidad. Su configuración actual consiste en tres naves adosadas de 9, 6 y 11 metros de luz y 82 metros de longitud. El conjunto está catalogado como Patrimonio Industrial.

      La intervención incluye la construcción de un sótano para la ubicación de todas las salas técnicas de instalaciones y depósitos de agua de lluvia y grises, para lo que se ha optado por la técnica de impregnación a baja presión del terreno, inyectando microcemento para mejorar su capacidad portante e impermeabilizarlo, lo que ha permitido llevar a cabo una excavación en profundidad sin codales y perpendicular a la cimentación original, sin riesgo de inundaciones ni desprendimientos.

      Las fachadas se han restaurado con ladrillos recuperados en la fase de derribo. Las lamas de madera de las fachadas este y sur se han obtenido del reciclaje de las jácenas y cerchas recuperadas de los incendios que sufrió la fábrica. En la restauración de los paramentos de fábrica de ladrillo se ha utilizado la técnica de veladura, y los antepechos de las ventanas se han estucado con mortero de cal colorado con pigmentos naturales.

      Las bóvedas “a la catalana” se han vuelto a construir de nuevo, siguiendo la misma técnica que las originales, a base de tres capas de ladrillo macizo fabricado manualmente con la mismas dimensiones y textura. Todo ello descansa sobre jácenas de acero.

      La estructura está formada por cerchas de madera laminada, cubiertas por paneles de madera, con aislamiento interior, que soportan las tejas planas en la vertientes norte y paneles sándwich bajo las placas fotovoltaicas, en las vertientes sur.

      Para conseguir un edificio de cero emisiones, se han dispuesto lucernarios automatizados con sensores de ambiente, placas fotovoltaicas, recogida del agua de lluvia y grises para el riego del muro vegetal que aparece en una de sus fachadas, sistemas predictivos de demanda y generación de energía, uso de la red de DistrictHeating&Cooling de la ciudad, recogida neumática de residuos y sistemas de control inteligente.


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