Varios indicios sugieren que la tensión geopolítica en el Ártico está creciendo. La OTAN ha comenzado a realizar maniobras en la zona y Rusia ha ampliado su presencia militar en la región. Sin embargo, el conflicto no tiene por qué ser inevitable. Un análisis más pausado sugiere que las hostilidades tendrían un alto coste para todos los implicados. Foros como el Consejo Ártico, formado por ocho países y en el que participan representantes de los pueblos indígenas de la zona, están contribuyendo al desarrollo pacífico de la región.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados