Uppsala domkyrkoförs., Suecia
Tradicionalmente, los estudios centrados en las relaciones entre migración y estratificación han prestado especial atención a la influencia de características tales como el origen, la etnia o el género a la hora de determinar la posición dentro de la estratificación migratoria, interesándose, a su vez, particularmente por los inmigrantes que se encontraban en la base de dicha estratificación. Sin embargo, estudios recientes (Shachar, 2011, 2016; Shachar & Hirschl, 2013) han cambiado esta tendencia virando su interés hacia aquellos migrantes situados en la cúspide de la estratificación, beneficiados por la apertura de una vía exprés para la obtención de la ciudadanía en razón de sus excepcionales talentos en ámbitos tan diversos como el deporte, la academia o la industria. Esta nueva forma de acceso a lo alto de la estratificación migratoria, en expansión, existe en todo el mundo y suele darse normalmente de forma particularizada y discrecional. Menos atención han obtenido otro tipo de programas que igualmente facilitan el acceso a lo más alto de la estratificación migratoria, esta vez basándose en la condición económica del postulante. Me refiero a los citizenship by investment programs (CIPs por sus siglas en inglés), los cuales acortan la ruta a la ciudadanía a cambio de inversiones económicas, que se dan de formas altamente diversas dependiendo del país y del programa a la sazón. A pesar de la citada diversidad, aquello que caracteriza a los CIPs es que para estos la capacidad económica del postulante se convierte en la llave que da acceso a la ciudadanía del país que implanta el programa. Facilitando y acelerando la adquisición de la ciudadanía en razón de la capacidad económica, los CIPs conllevan así una estratificación en el acceso a la ciudadanía que es establecida de jure o por ley. Dicha estratificación en la naturalización requiere de una investigación ulterior y suscita diversas cuestiones de gran importancia: ¿es justo eliminar algunos requisitos, tales como los exámenes cívicos y de idioma, a los ciudadanos de chequera, mientras los mismos se mantienen para otros solicitantes de naturalización? ¿Debería la capacidad económica del postulante ser aceptada como el requisito principal a la hora de garantizar la ciudadanía? ¿Son dichas políticas arbitrarias? Este artículo tiene tres objetivos. En primer lugar, presentar el fenómeno de los CIPs, centrándose especialmente en aquellos programas establecidos entre los miembros de la Unión Europea. El interés principal de centrarse en dichos estados es que en su caso las decisiones unilaterales de otorgar la ciudadanía nacional a cambio de una inversión económica conllevan igualmente el otorgamiento de la ciudadanía europea, la cual garantiza derechos supranacionales e impone obligaciones a otros estados miembros. En segundo lugar, comparar los requisitos solicitados a los postulantes generales de naturalización y a aquellos que siguen la vía exprés abierta por los CIPs. Esto se hará a fin de probar que los CIPs comportan una severa estratificación, establecida y plasmada de jure en el acceso a la ciudadanía en favor de los solicitantes que siguen esta vía. Por último, ofrecer argumentos que despierten la sospecha sobre la posible arbitrariedad de dichas políticas de naturalización, arbitrariedad que no tiene cabida ni respaldo legal en el contexto del constitucionalismo contemporáneo.
Traditionally, the study of the relation between stratification and migration has been focusing on features such as origin, ethnicity or gender, paying special attention to migrants at the bottom of the stratification. Recent studies (Shachar, 2011, 2016; Shachar & Hirschl, 2013) have shifted this lens by proving that there are worldwide ways to facilitate access to citizenship to applicants having exceptional talents —in sports, in academia or in industry—, most of them privileged by discretional decisions. Much less attention has caught the relation between stratification and programmes fast-tracking the route to citizenship in exchange for economic transactions. These are usually called citizenship by investment programmes (CIPs) and come in different forms. Yet all of them have in common the factor that economic capacity of the applicant is the key to access citizenship. By facilitating and speeding up the acquisition of citizenship on grounds of economic capacity, CIPs entail stratification in accessing citizenship that is established de jure or by law. This stratification in naturalisation requires further investigation and raises several questions: Is it fair to remove some requirements, such as civic and language tests, for checkbook citizens while keeping them for other naturalisation applicants? Should money be accepted as the main requirement to grant citizenship? Are these policies arbitrary? This paper has three objectives. First, to present the phenomenon of CIPs, focusing on programmes established by EU member states. Second, to compare the requirements applied to general applicants and to applicants following CIPs in order to prove that the programmes entail a de jure stratification in the access to citizenship. Third, to argue that these practices may be considered arbitrary.Summary:1. Introduction. 2. CIPs: a fast route to bulky wallets. 3. CIPs in the European Union (EU). (a) Bulgarian CIP. (b) Cypriot CIP. (c) Maltese CIP. 4. Is the stratification entailed by talented and checkbook citizens akin? 5. Last remarks
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