A medida que la crisis financiera se extiende hacia la economía real los países han respondido conla implementación de medidas anticíclicas. Para hacer frente al impacto negativo sobre los niveles de producción y de empleo, los gobiernos recurren a una suerte de “proteccionismo de rescate”acompañado de políticas de apuntalamiento de la demanda. Si bien esto implica una distorsión delos incentivos en condiciones normales, en épocas de crisis como la actual, y en ausencia del firs tbest–la coordinación perfectamente sostenida entre países–, el proteccionismo puntual, contingente, legalizado, implementado con mayor transparencia y escrutinio público, puede conllevar, en el mundo del second best, a más y no menos bienestar. Se trata de reconocer que no existen épocas “negras” de proteccionismo y épocas “blancas” de librecambio, sino una continua y constante combinación de apertura y regulación selectiva.
As the ripples of the financial crisis make their way into real economy governments have resorted to a series of anti-cyclical measures. In order to tackle negative impacts on levels of production andemployment, in a sort of “salvation/rescue/last-resource protectionism” hand in hand with active demand management. While, under normal circumstances this would entail an undesirable distortion of incentives, within a crisis context, and in the absence of a “first best” –perfect policy coordi-nation among countries–, a precise, contingent and legalized degree of protectionism, transparently implemented and subject to public scrutiny, can lead to a greater general welfare. In essence, there are no “black” times of protectionism and “white” times of free trade, but rather a continuous com-bination of liberalization and selective regulation.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados