Madrid, España
El decisionismo defendido por Carl Schmitt responde a la necesidad de dar solución a una situación de emergencia en la vida política y social. Es decir, cuando no exista la posibilidad de recomponer una sociedad disgregada y a punto de disolverse, la clave está en establecer un tipo especial de dictadura, la comisaria, a partir de la cual un poder unitario pueda construir un orden jurídico. Se acepta que el poder lo ostente quien pueda estar por encima de los intereses particulares o grupales sirviendo al interés común. Este soberano provisional, sería un dictador-legislador con un poder excepcional, pero temporal. En modo alguno Schmitt se está intentando establecer una tiranía, puesto que justifica su provisional función con el fin de recuperar el orden y al cuerpo político. Una vez logrado el objetivo que justifica el acceso y el ejercicio del poder como voluntad decisionista, dejaría paso al poder político sometido al orden jurídico
Carl Schmitt’s decisionism answers to the necessity of providing a solution to an emergency situation in political and social life. That is to say, whenever the possibility of recomposing a disintegrated –and about to dissolve– society doesn’t exist, the key is to establish a special type of dictatorship, the commissary, from which a unitary power may erect a legal order. It is accepted that power is held by anyone who can be above particular or group interests, serving common interest. This provisional sovereign would be a dictator-legislator with an exceptional, but temporary power. In any way Schmitt is trying to establish a tyranny, for he justifies its provisional task so as to restore order and the political body. Once the objective that justifies the access and the exercise of power as a decisionist will is achieved, it would give way to political power submitted to legal order
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