Objeto en los últimos meses de ásperas polémicas y feroces críticas, y también de irónicas sátiras, la publicidad televisiva italiana parece encontrarse frente a una disyuntiva importante: o cambia las reglas del juego y se autolimita, o corre el riesgo de alterar de modo irreparable la actitud de los telespectadores, reduciendo significativamente la capacidad de penetración de sus mensajes. La excesiva cantidad de spots que emiten los canales de televisión italianos se ha vuelto a convertir en el principal motivo de preocupación para anunciantes y agencias, pero no es el único asunto que está sobre el tapete. Las diferentes iniciativas promovidas últimamente por diferentes partes implicadas en la cuestión tienden de hecho a redefinir y a reglamentar tanto la cantidad como la calidad de la presencia de la publicidad en la televisión, especialmente en lo que se refiere a los cortes publicitarios durante la emisión de películas cinematográficas
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