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Aristóteles es la mejor fuente existente para la muerte de Arquelao durante una Cacería Real. Indica claramente que Arquelao fue asesinado por Crateas quien, junto con dos co-conspiradores, Helanocrates de Larisa y Decamnico, fueron incitados a su complot por las injusticias percibidas a manos del rey. Este artículo argumenta que en lugar de una constitución ampliamente aceptada en la Macedonia Argéada, la legitimidad de un rey estaba en gran parte (si no únicamente) en la percepción de que él era la fuente de la justicia, y por su aparición en rituales sagrados, uno de los cuales era la caza real, que validaba religiosamente su derecho a gobernar. Por lo tanto, este asesinato fue cuidadosamente programado por los conspiradores para rechazar la legitimidad de Arquelao por no dispensar justicia "correcta" en sus respectivos casos. Como siempre, las animosidades personales se convierten en política en la Macedonia Argéada.
Aristotle is the best extant source for the death of Archelaus during a Royal Hunt. He clearly indicates that Archelaus was murdered by Crataeas who, along with two co-conspirators, Hellanocrates of Larissa and Decamnichus, were incited to their plot by perceived injustices at the hand of the king. This article argues that in lieu of a widely agreed upon constitution in Argead Macedonia, a king’s legitimacy was basedlargely (if not solely) on the perception that he was the font of justice, and by his appearance in sacred rituals—one of which was the royal hunt—which religiously validated his right to rule. Thus, this murder was carefully timed by the conspirators to reject the legitimacy of Archelaus for not dispensing “correct” justice in their respective cases. As always personal animosities get roiled into politics in Argead Macedonia.
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