Las ciudades tienen el deber y el derecho de lanzarse a la reconquista del carácter público de sus espacios urbanos, ejerciendo de palanca de bienestar social con efectos tangibles en la economía y la psicología de los ciudadanos. La construcción de la ciudad del futuro se realiza en el presente, pero trazando su pasado, sus señas de identidad y su patrimonio histórico. También se necesita conexión con la naturaleza, vínculo de pasado y futuro, e igualmente se debe poner el foco en devolver a los niños esas calles que nunca debieron perder su condición de espacios en el corazón de la ciudad.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados