Rafael Rueda, Carlos Barat, Miguel Canillas, José Mª. Merino
El Puerto de Valencia, con una ubicación estratégica, es el principal puerto español del Mediterráneo en tráfico comercial, principalmente de transporte de contenedores, gracias a un área de influencia dinámica y a una vasta red de conexiones con los principales puertos del mundo.
En continuo crecimiento y evolución, recientemente se ha llevado a cabo el cambio de uso y la ampliación de la Terminal Muelle de Costa, actuación promovida por CSP Iberian Valencia Terminal S.A.U. (en adelante CSPV), empresa perteneciente a COSCO Shipping Ports Spain Terminals (CSP Spain), uno de los operadores portuarios y logísticos líderes en España. Este cambio de uso ha supuesto la transformación de una superfi cie destinada a la importación y exportación de vehículos turismos, en una superficie destinada al almacenamiento de contenedores, conllevando dicha actuación un incremento del área de operaciones de la concesionaria, de 240.000 metros cuadrados y de la capacidad de almacenamiento de un millón de TEU.
La actuación ha consistido en la construcción de dos áreas con pavimentos diferenciados, debido a los diferentes usos a los que se dedicarán cada una de ellas. La primera, la más cercana al mar, con una superficie total aproximada de 90.000 m2, está destinada al almacenamiento de contenedores llenos con una capacidad de apilamiento de hasta 4 alturas. La segunda, la más alejada del mar, con una superficie aproximada de 120.000 m2, se destina al apilamiento de contenedores vacíos y otros usos auxiliares.
En el primer caso, la sección está constituida por un pavimento de hormigón en masa con juntas HF-4,0, de 32 centímetros de espesor, sobre una base de zahorra artificial de 25 cm de espesor. Las losas de hormigón de construyeron mediante la nueva extendedora de encofrados deslizantes Wirtgen SP-64i, siendo la primera ejecución de esta máquina a nivel mundial, antes de su presentación en la BAUMA 2016. Para el área de contenedores vacíos se optó por la ejecución de un reciclado in situ con cemento del firme flxible existente en una profundidad de 25 cm, ejecutando dicho reciclado en varias etapas, debido a la necesidad de reajustar las pendientes del pavimento final respecto al inicial. Esta solución permitió una optimización económica y técnica del firme, además de una importante mejora medioambiental.
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