Cuando se descubrió la penicilina, en 1928, se pensó que tal hallazgo constituiría el fin de las infecciones causadas por microorganismos. Sin embargo, desde la aparición de las primeras cepas de Staphylococcus aureus resistentes a antibióticos, en la década de 1940 tan solo cinco años después de la implementación del uso generalizado de la penicilina, se ha venido estableciendo una especie de carrera armamentista entre los diferentes microorganismos patógenos y los seres humanos dedicados a hacerles frente.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados