Analizando el proverbio con que se titula este ensayo, su autor observa que la práctica de un arte requiere que el artista realice también una labor crítica. Ahora bien, el proceso no sería inverso; es decir, el discurso sobre el arte no puede convertirse en arte. De esta manera, el proverbio cumple una primera función de modestia y una segunda, de salvaguardia.
The author analyses the proverb that forms this essay's title and observes that the practice of an art also requires the artist to perform a critical labour. The process does not work the other way around: a discourse on art cannot become art. Thus, the proverb fulfills a twofold function, firstly as an inducement to modesty, and secondly as a safeguard.
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